El proyecto CORINE Land Cover (Coordination of Information of the Environment), coordinado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), celebra este año su trigésimo quinto aniversario, junto con el proyecto SIOSE (Sistema de Información sobre Ocupación del Suelo en España), su homólogo nacional, del que hablábamos recientemente con motivo de su vigésimo aniversario (ver entrada en este blog).
El estudio de la ocupación del suelo es esencial para la planificación territorial y la toma de decisiones por parte de las administraciones públicas. Por ello, la Comisión Europea puso en marcha en 1990 el proyecto CORINE Land Cover, que se convirtió en la primera representación explícita y detallada de la ocupación del suelo a escala europea.
El proyecto surgió ante la necesidad de la entonces Comunidad Económica Europea de disponer de un conjunto de datos completo, detallado y armonizado sobre las cubiertas y usos del suelo en Europa. La información existente era inconsistente, difícilmente comparable y poco interoperable, lo que impedía un seguimiento adecuado de la evolución del medio ambiente a nivel continental. Para dar respuesta a esta situación, se creó el programa CORINE con el objetivo de desarrollar una metodología estandarizada para la producción de información de ocupación del suelo.
La primera versión se realizó en 1990 (CLC90) y fue actualizada en el año 2000 (CLC00). Desde entonces, se publica cada seis años: 2006 (CLC06), 2012 (CLC12), 2018 (CLC18) y 2024 (CLC24), actualmente en fase de producción.
CORINE Land Cover del año 1990
El CLC se organiza en 44 clases temáticas jerarquizadas en tres niveles. Se trata de un sistema de información geográfica vectorial a escala 1:100.000, con una unidad mínima de mapeo de 25 ha (5 ha en el caso de cambios entre fechas).
Hasta la aparición del SIOSE en 2005, los datos se obtenían mediante fotointerpretación de imágenes multiespectrales (LANDSAT, IRS o SPOT, según la versión) para su posterior integración en un SIG. Con la disponibilidad de datos nacionales más detallados gracias al SIOSE, la producción del CLC 2012 y posteriores se realiza mediante la generalización de la información del SIOSE y de otros conjuntos de datos nacionales y autonómicos a escala 1:100.000. Esto garantiza una mayor coherencia entre ambos proyectos, facilita la transferencia del conocimiento español al nivel europeo y contribuye a la reducción de costes y esfuerzos.
En 2014, con la puesta en marcha del programa europeo de observación de la Tierra Copernicus , CORINE se integró como uno de los productos del Servicio de Vigilancia Terrestre, también coordinado por la Agencia Europea de Medio Ambiente .
Tanto CORINE como SIOSE han sido coordinados a escala nacional por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible , a través de la Dirección General del Instituto Geográfico Nacional (IGN), y se enmarcan en el Plan Nacional de Observación del Territorio (PNOT), que articula la colaboración entre administraciones nacionales y autonómicas.
El principal valor de la serie histórica CLC reside en su amplia disponibilidad temporal y comparabilidad, lo que la ha convertido en una referencia para diversas políticas de la Unión Europea, como la Política Agrícola Común o el Pacto Verde Europeo.
Para afrontar los retos actuales, es fundamental disponer de información geográfica actualizada y de calidad, especialmente sobre la ocupación del suelo. Tanto el SIOSE en España como el programa Copernicus a escala europea trabajan para ofrecer datos más detallados y recientes, con el fin de optimizar las técnicas de observación del territorio y aprovechar nuevas tecnologías que mejoren los productos actuales.
En este sentido, el CLC avanza hacia conjuntos de datos más completos, capaces de responder a las nuevas necesidades socioeconómicas de la UE. Destaca la iniciativa CLC+, que se complementa con productos temáticos especializados en ámbitos urbanos, costeros o medioambientales dentro del Servicio de Vigilancia Terrestre de Copernicus .
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